jueves, 18 de julio de 2013

CONSULTA PRE NATAL

Dra. Patricia Echeverria

Cuando una pareja decide que quieren ser padres, se despliega un amplio abanico de emociones, expectativas, miedos, esperanzas e interrogantes, especialmente para aquellos que lo serán por primera vez.

Actualmente por el estilo de vida que llevamos, es muy frecuente la planificación de todo, nos proyectamos en el tiempo siguiendo aquello que nos motiva, nos ponemos metas y las intentamos cumplir en tiempos auto impuestos y con este funcionamiento también queremos  la conquista de la maternidad.

En este escenario particular es muy habitual la clásica visita  al ginecólogo o ginecóloga, para que, por decirlo de alguna manera coloquial, otorgue el “certificado de revisión técnica” que autorice entrar en este proceso.

En 1980 el Dr. Barker de origen británico acuñó el término “Programación Fetal” , el cual en los últimos años ha tomado fuerza debido al incremento de enfermedades crónicas en todo el mundo. ¿De qué se trata este concepto? La posibilidad de padecer alguna enfermedad como Hipertensión Arterial, Diabetes Mellitus, Síndrome Metabólico entre otras o gozar de una salud óptima depende del ambiente intrauterino. Las condiciones internas y externas a las que está expuesto un embarazo son determinantes en la expresión o no expresión de los genes. Es mucho lo que está en juego en el proceso de gestación y ojalá estas pocas líneas ayuden a orientar el camino.

Aspectos de salud general son la primera línea, es decir, ante la posibilidad de una gestación próxima es recomendable revisar hábitos, entre estos, el cigarrillo,  tan presente entre nuestras mujeres. Debería ser eliminado con anticipación, la mayoría de las mujeres deja de fumar solo al momento de confirmar el embarazo, por lo tanto, la concepción ya se produjo en un ambiente altamente tóxico, restando potencial de salud a la gestación. Otro aspecto muy importante es el estado nutricional, una mujer con sobrepeso probablemente tenga un ambiente interno desbalanceado, puede estar expuesta a un estado de inflación silenciosa que no favorece los procesos de una adecuada implantación del embarazo, además ser candidata a presentar una condición llamada Resistencia a la Insulina, (favorece la aparición de Diabetes Mellitus o Diabetes Gestacional), en este escenario el eje hormonal ovárico se ve afectado pudiendo dificultar el logro del embarazo. Es recomendable que con anticipación a la gestación se logre modificar hábitos de alimentación en el sentido de iniciar el embarazo con un peso adecuado y lo que es más importante tener una reserva de nutrientes óptimos para entregar al hijo o hija en desarrollo.

En el proceso de lograr una alimentación saludable y un peso equilibrado la futura madre debería preguntarse ¿con que materias primas quiero que mi hijo se  desarrolle?

En la consulta ginecológica propiamente tal, como punto de partida es importante realizar un examen que abarque desde tomar una muestra para el Papanicolau, una Ecotomografía Ginecológica para evaluar anatomía de útero y ovario y algunos exámenes bioquímicos generales,  función tiroidea, hemograma, con el propósito de que en caso necesario  se realicen correcciones previo a la gestación.

La suplementación con algunos nutrientes es muy importante y ojalá se inicie previo al logro del embarazo. Ácido Fólico es necesario para reducir el riesgo de malformaciones del sistema nervioso, ejemplos de esto: hidrocefalia, espina bífida, entre otros. El uso de antioxidantes tales como Vitamina C y Coenzima Q 10, polifenoles presentes en frutas y vegetales, son importantes porque evitan el daño celular, nos protegen del efecto de moléculas dañinas que entran en nuestro organismo y protegen el sistema cardiovascular.  (Ejemplos de alimentos ricos en polifenoles: arándanos, uva, nueces, maqui)

Otro nutriente de importancia es Omega 3, con sus dos componentes: DHA y EPA, imprescindible que sea de buena calidad, es decir, con certificación libre de metales pesados. Protege a madre e hijo: permite buena función placentaria, protege el sistema nervioso del embrión y la madre, reduce la ocurrencia de depresión post parto y la aparición de hipertensión del embarazo. Mejora las posibilidades de una adecuada lactancia materna, tan importante en completar el desarrollo del sistema nervioso del recién nacido, especialmente en los primeros tres meses de vida.

La calidad de los alimentos es trascendente, por ejemplo si una gestante es alérgica, sufre de hiperreactividad, es una condición que con alta probabilidad afectará a su hijo, nuevamente las mejores posibilidades de reducir esta ocurrencia es en el periodo pre natal. Se deberá evitar consumir alimentos ricos en colorantes, preservantes, saborizantes, emulsionantes, etc., todas aquellas substancias químicas artificiales que exacerban el funcionamiento del sistema inmune. Eliminar grasas trans, carne de cerdo en todas sus formas y modular el consumo de azucares, harinas blancas y lácteos.

En todos estos aspectos de calidad de vida, no podemos olvidar al futuro padre, clásicamente nos hemos enfocado en la salud femenina, sin embargo, la gestación es de a dos. Por el estilo de vida que llevamos hay cada vez más hombres estresados, mal alimentados y sedentarios, habría que preguntarse ¿Qué calidad de espermios se puede tener en este contexto? Este es un llamado a que los aspirantes a padres, también se hagan cargo de mejorar su estado de salud para así verlo plasmado en un recién nacido “hijo de tigre”.

El estrés materno es un factor tan determinante en el desarrollo de un embarazo, una mujer gestante estresada lleva un hijo estresado en su vientre. Hay muchas situaciones que pueden afectar a una mujer en la gestación y llevarla a un estado de estrés, muchas de las cuales no dependen de su control, por lo que se debe tomar conciencia de esto en el momento de decidir tener un hijo. Ponerse al servicio del proceso de embarazo,  implica darle el tiempo y ritmo que necesita, es estar dispuesta a bajar las revoluciones, es no ir a todas, es respetar el ritmo de esta vida que se abre paso dentro y tal vez renunciar por un tiempo a ser la mejor en el trabajo, para ser la mejor madre posible.

Otro aspecto de mucha importancia es la edad en que una mujer decide embarazarse, cada vez es más frecuente postergar este momento, en beneficio del desarrollo profesional o el logro de aspiraciones tales como estudios, vivienda, automóvil, viajes. Esta postergación lleva el riesgo de que aumenten las dificultades para conseguir el deseado embarazo. A mayor edad materna va disminuyendo el potencial de fertilidad. Así es que la sugerencia es a priorizar en favor de la maternidad.   


Por último, esta etapa pre natal es un buen momento para comenzar a mirar la maternidad desde la vivencia ya conocida que es ser hija. Bert Hellinger el creador de las Constelaciones Familiares, dice que para poder situarse como madre, primero nos tenemos que situar como hija de nuestra propia madre. Al tomar el regalo de vida que vino de ella y de nuestro padre, podemos estar en sintonía con la vida y dar a nuestros hijos, lo que tomamos de ella. Haciéndonos pequeñas respecto de  nuestra madre, mirándola con agradecimiento y respeto, nos situamos en armonía con la maternidad.