Dra. Patricia Echeverria
El síndrome
de Ovario Poliquístico es un estado de anovulación crónica, es decir, falta de
ovulación, por errática producción de hormonas ováricas producido por
desregulación del eje hormonal Hipotálamo-Hipófisis-Ovario. Es una condición
que afecta la calidad de vida y en algunos casos el aspecto reproductivo de
quienes la presentan, sin embargo no es de riesgo vital. Se desconoce el evento
inicial, pero parece ser multifactorial y poligénico.
Tres son los
parámetros para el diagnóstico:
1º Anovulación, es decir, ovarios que no ovulan
regularmente, el espectro va desde la falta completa de ovulación, hasta hacerlo de
vez en cuando. Clínicamente se manifiesta por irregularidad del ciclo
menstrual, en el sentido de ausencia completa de la menstruación o ciclos que
aparecen con menor frecuencia de lo normal.
2º
Hiperandrogenismo, que en palabras simples significa aumento de producción de
hormonas masculinas. Todas las mujeres las producimos en cantidades pequeñas
que no nos ocasionan síntomas. Esta mayor producción de andrógenos puede
manifestarse clínicamente como aumento de vello corporal con características
masculinas, aumento de peso y acné. En ocasiones solo se detecta en el
laboratorio, sin verse reflejada como signos clínicos.
3º Ovarios
de características poliquísticas. Este parámetro es el menos específico. De
hecho un 30 % de mujeres sanas presentan este tipo de ovarios y el 14 % de las
usuarias de anticonceptivos también.
Alrededor
del 70 % de las pacientes con SOP presentan Resistencia a la Insulina, que es
un estado alterado del metabolismo de los hidratos de carbono (azúcar y harinas
refinadas). La asociación es más frecuente en mujeres obesas, sin embargo en
mujeres delgadas aparece en el 20 a 30 % de los casos. Esta condición se
considera un estado pre-diabético.
No es del todo claro que es primero, sin
embargo están bien descritas las alteraciones en la producción hormonal ovárica
que induce el estado de hiperinsulinismo.
El
diagnóstico se realiza primero con la sospecha clínica: mujeres con
irregularidad menstrual, aumento de vello corporal, acné, aumento de peso
especialmente en la zona abdominal, pigmentación oscura de pliegues, este
último es signo de Resistencia a la Insulina. El laboratorio muestra
alteraciones específicas en los niveles hormonales y la ecotomografía
ginecológica completa el cuadro.
El SOP es
uno de los diagnósticos que pueden llevar a la infertilidad, sin embargo con un
adecuado manejo es posible corregirlo y lograr el anhelado embarazo.
En mujeres
con desordenes de alimentación, el 20 a 30 % de ellas presentan morfología ecográfica similar al
SOP y ciclos menstruales irregulares. Estas mujeres no tendrían el SOP y el
manejo en este caso es corregir el desorden alimentario y las consecuencias
metabólicas que esa condición pudiera acarrear.
El
tratamiento dependerá del momento en que se encuentre la paciente respecto de
desear o no el embarazo, sin embargo para todas, lo primero es corregir las
condiciones metabólicas asociadas. Si hay sobrepeso procurar como objetivo
bajar de peso y para lograrlo es de mucha importancia incentivar una
alimentación baja en el consumo de azucares refinados y grasas saturadas. El ejercicio
físico es un pilar fundamental, aumentando la masa muscular mejora la
sensibilidad a la insulina. Estos dos aspectos son muchas veces subvalorados y
se le da un rol de preponderancia al uso de medicamentos para corregir el
hiperinsulinismo, sin embargo, lo que realmente puede mantener a una mujer en
un estado armónico en su metabolismo es una adecuada alimentación y un patrón
de ejercicio mantenido en el tiempo.
Clásicamente
en mujeres que no buscan el embarazo al momento de la consulta, la manera más
común de corregir los síntomas de irregularidad menstrual, acné e hirsutismo
(vellos de tipo masculino), es el uso de anticonceptivos, estos no corrigen el
problema, solo mejoran los síntomas. Dependiendo del tipo de paciente es la
elección del anticonceptivo. Los hay con mayor o menor capacidad de corregir
los efectos androgénicos, todos ellos corrigen eficazmente la irregularidad
menstrual. Una alternativa en pacientes muy jóvenes que aún están en etapa de
crecimiento es usar Espironolactona, es un diurético con efecto anti
androgénico.
En pacientes
con interés reproductivo el tratamiento se centra en inducir ovulación, para
ello existen protocolos específicos que ginecólogos dedicados a la infertilidad
manejan muy adecuadamente.
Desde la
mirada de la Medicina Biorreguladora el énfasis es siempre corregir el estado
alterado del metabolismo, equilibrar el metabolismo de la Insulina, incentivar el
mantener un peso adecuado y fomentar el ejercicio físico en forma regular,
lleva a disminuir el estado de inflamación crónica persistente, lo que da
mejores posibilidades a los ovarios para un funcionamiento armónico. Pueden
utilizarse formulas homeopáticas para ayudar en este proceso y también para
corregir síntomas como el acné e irregularidad menstrual y en pacientes que intentan
embarazo se les puede apoyar en mejorar las condiciones generales: drenaje de
toxinas, modular inflamación, soporte de nutrientes, etc.
Siempre las
mejores opciones se logran integrando la mirada convencional con la mirada
integrativa.